Las habilidades blandas, a diferencia de las habilidades duras (hard skills) son habilidades que se pueden aprender progresivamente durante el tiempo, pero que no se aprenden como matemáticas o física, sino que se basa en el conocimiento, experiencias y cuestionas propias de cada persona.
En esta ocasión, la segunda habilidad blanda que quiero presentar es la creatividad. Cuando alguien dice creatividad asocia a crear algo nuevo desde la nada o que siempre está soñando con los ojos abiertos en la próxima gran idea. Se asocia a Steve Jobs, Bill Gates, Larry Page y otros grandes de la industria informática, los grandes de la historia, los mejores de los mejores.
Pero… no, creatividad no se trata necesariamente crear cosas desde cero, sino que la creatividad se manifiesta en buscar la mejor manera de hacer las cosas, pensar fuera del rebaño y tener inventiva propia para resolver problemas.
La mejor manera de hacer las cosas
Cuando alguien piensa en la mejor manera de hacer las cosas debe estar consciente que para plantearse esa mejor manera debe requerir varios pasos previos para evaluar el cómo podemos mejorar la situación de las cosas. Siempre hacemos las mismas cosas, siguiendo la misma rutina, siguiendo los mismos pasos.
Parte de ser informáticos es hacer que las máquinas puedan hacer tareas que consideramos rutinarias o que se puedan automatizar, acortamos caminos, hacemos que se conecten los puntos A y Z pasando por diversos caminos, buscamos la eficiencia por sobre la perfección. Esa mejor manera de hacer las cosas se refleja en que hacemos que los engranajes corran, en fijarnos que funcione correctamente.
Debemos recordar que la mejor manera de hacer las cosas se basa en el conocimiento del proceso, identificar las posibles mejoras y aplicar dichas mejoras que, aunque sean pequeñas, pueden aliviar la ejecución o el problema en forma completa. La observación de los procesos e identificar los problemas es importante en este punto, ya que nuestro principal enfoque es reducir la incidencia de problemas o solucionarlos, por lo cual se hace necesario ser reflexivos a la hora de revisar las posibles soluciones.
Pensar fuera del rebaño
El pensar nos hace ser personas independientes, cuya historia de vida y profesional son distintas. Quizás junto a ti tienes al primer lugar en tu escuela primaria, mientras que tu jefe quizás fue un niño explorador (o boy-scout). ¿Qué nos diferencia entre todos?, que las personas somos únicas e irrepetibles, y como tales, podemos sentarnos a pensar y tener ideas propias. Ahí radica el pensar fuera del rebaño, ya que todos los seres humanos poseemos pensamientos propios, ideas geniales y conocimientos en diversas áreas que nos permiten seguir sendas únicas e irrepetibles.
En general, tener ideas propias no es malo, ya que eso nos permite llegar con un criterio formado a discusiones con otras personas (cof cof, habilidades de comunicación) y proponer ideas y soluciones a diversos problemas, pero… ¿qué ocurre cuando tenemos ideas innovadoras?, ¿cómo evaluamos si es útil o no?.
Los informáticos poseemos una seria tendencia a abstraernos en la resolución de los problemas y por lo general, buscamos una resolución genérica de los problemas que aplique para el 99 % de los casos que debemos resolver. Ese pensamiento, en ocasiones divergente, es algo que se valora positivamente ya que diversos enfoques nos ayudan a generar discusiones en la búsqueda de soluciones eficaces y efectivas, y basándonos en el trabajo de equipo y la capacidad de transmitir ideas a los demás, podemos suponer que hacer algo nuevo o revolucionario es crear nuevos caminos o rutas para solucionar dicho problema.
Tener inventiva propia
En el último aspecto (hay muchos más, me enfocaré solo en tres), la inventiva propia se orienta a tener la capacidad de generar las respuestas a esas dudas, escapando con la rutina de la solución obvia y segura, intentando explorar nuevos caminos de solución. Este enfoque permite generar nuevos caminos o rutas de solución a futuro y no se limita a hacer siempre lo mismo, sino que crea nuevos enlaces entre neuronas ya que exige un mayor dominio del problema y del ámbito de la solución.
La inventiva no es una cuestión que se pueda enseñar, sino que se atribuye a la experiencia y a la personalidad de la persona, y es por esto que se recomienda que se ejercite este aspecto con desafíos de programación (Katas, proyectos básicos de desarrollo, etc.) o la búsqueda de respuestas de procesos, ya que así generamos caminos de solución, y que eventualmente podrían desencadenar en nuevas rutas para los mismos problemas. Con esta práctica constante, y no tan solo copiando la solución de alguien más, podemos ir generando experiencias nuevas para ir expandiendo la capacidad de generar nuevas y mejores ideas.
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