Las habilidades que debe tener un programador no se limita solamente a tener que programar frente a un computador, ya que, siendo honestos, sería bastante simple codificar problemas que nos entreguen sin contar con un mayor contexto.

El programador debe cultivar las habilidades blandas comunicativas, es decir, debe saber comunicarse con otras personas, ya que a pesar que su rol sea solamente codificar para solucionar un problema, también deberá, tarde o temprano, contactarse con alguien para poder discutir una mejora o el cómo se ejecuta un proceso.

Esa imagen del programador escondido en un rincón con su computador es algo, obsoleta. El desarrollo de software es una actividad social, muy social, donde a pesar que se desarrolle frente a un computador, siempre hay que comunicarse con alguien más, sea el cliente o usuario, o una persona del equipo de trabajo, siempre debemos hablar.

Por tanto, una de las habilidades blandas que se pueden desarrollar es la comunicación -verbal o no-, ya que eso ayuda a poder hablar con los demás. Cuando alguien enfatiza comunicación cree que es hablar mucho y bien, pero trasciende un poco más allá, ya que es necesario que el desarrollador sea eficaz en comunicar sus ideas o los acontecimientos que ocurren.

Habilidades de recepción

Las habilidades de recepción se basan en cómo las personas que interactúan perciben la comunicación y la interpretan para poder ejecutar acciones en función del mensaje obtenido.

Por ejemplo, la habilidad de escuchar permite identificar el mensaje indicado, junto con la urgencia que transmite el tono del mensaje en sí.

Así mismo, también recibimos mensajes escritor, por lo cual la habilidad de leer nos ayuda a formarnos una idea crítica en función del mensaje que estamos leyendo, nos hace ser críticos y evaluar el peso de las palabras escritas.

La diferencia entre ambos tipos de habilidades es obvia, ya que mientras en la habilidad de leer el mensaje es permanente y se puede repasar muchas veces hasta lograr la comprensión, en el mensaje verbal no se puede repasar nuevamente (a menos que esté grabado); así mismo, el mensaje escrito no puede transmitir sentimientos ni tonos a los lectores, mientras que el mensaje hablado sí.

Un ejemplo de esto es buen William Wallace en su arenga ante los ingleses (sí, alerta de Mel Gibson)

Luchad y puede que muráis. Huid y viviréis. Un tiempo al menos. Y al morir en vuestro lecho, dentro de muchos años, ¿no estaréis dispuestos a cambiar todos los días desde hoy, por una oportunidad, solo una oportunidad de volver aquí a matar a nuestros enemigos? Pueden que nos quiten la vida, pero jamás nos quitarán ¡¡la libertad!!

Habilidades de emisión

Para emitir un comentario, sí, es necesario contar con lo que vamos a comunicar, claridad en el mensaje y el cómo lo queremos expresar. El hablar nos distingue de los animales, ya que con sonidos característicos de cada idioma, una cierta cantidad de personas son capaces de entendernos y que podamos comprender qué es lo que nos quiere decir. Aquí cobra bastante valor la entonación y el modo en que se dice.

Para escribir un comentario, la capacidad de escritura está puesta a prueba, ya que exige una competencia completa en todas las habilidades previas: comprender, escribir, leer, etc., siendo esta habilidad una de las más complicadas debido a las reglas adicionales que existen para escribir correctamente un mensaje (comas, puntos, párrafos, etc.).

¿Cómo mejoramos?

Aunque no hay una receta o fórmula perfecta para mejorar en las habilidades comunicativas, sí hay algunas formas de ir mejorando progresivamente: habla con otras personas de temas que te sean cómodos e incómodos, escribe en un papel una lista de logros diarios e intenta explicar porque es un logro, únete a grupos en redes sociales (Facebook, Telegram) de desarrolladores para poder leer y colabrar con otras personas.

Hay que considerar que las habilidades blandas es algo que se puede ir ejercitando en el día a día, pero nunca lograremos un completo dominio en todas las áreas, ya que esto exige años de práctica y seguridad -e inseguridad también- de cómo vamos progresando. Sin embargo, sí podemos ir dando pequeños pasos para lograr comunicarnos y coexistir con otras personas en un equipo de trabajo, lo cual nos ayudará a ser mejores desarrolladores de software y personas.

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