Cuando una persona codifica una solución debe pensar en que está escribiendo texto que no solo debe resolver un problema, sino que también debe ser capaz de ser comprensible por el siguiente encargado de ver esas líneas de código.
El código debe comunicar intención, debe ser prolijo en su forma, estándar a las convenciones del proyecto, y no debe ser ofuscado para ser obscuro por seguridad: hay herramientas mucho mejor que permiten hacer el trabajo de ofuscar código.
Al ser un bien del equipo, el código debe ser capaz de transmitir los elementos claves de la solución, tanto las variables acorde al dominio de solución, como los nombres de funciones y métodos que indiquen acciones.
Los comentarios son refuerzos de esta comunicación, pero el código debe ser legible igualmente en caso que no existan o que se encuentren desactualizados, ya que el comentario puede mentir por que está desactualizado o ya no aplica al contexto.
Por tanto, el escribir código debe ser presentado como un ejercicio de comunicación entre pares, y dentro de las revisiones de código se tiene que plantear como una pauta de chequeo si cumple con comunicar la intención, tanto con el nombre de variables como con el nombre de las funciones y métodos.