Viernes, ese día mágico donde termina una semana laboral más -al menos en esta parte del mundo-, y donde muchas personas se alistan a disfrutar de tiempo libre para quitarse el estrés de la semana laboral que está acabando. Sí, ese día en donde los sueños y las ilusiones de quedarse hasta tarde en Netflix o con los amigos se hacen realidad a menos que, al igual que yo, llegues hecho puré al viernes.
Una recomendación que le hago a la mayoría de los informáticos amigos y conocidos es que no hagan sus deploys, sus push a producción o el -término que uses en tu trabajo_ a los servidores de producción por varios motivos:
- Va a fallar
- Va a fallar
- Va a fallar
(Sí, tres veces como Marge lo hace con Bart para que recuerde algo de importancia)
No se trata de decir que tu código no va a subir bien por determinados motivos, sino que se trata de indicar que lo mejor posible es tener un viernes de read-only, donde lo aproveches para otras tareas que el desarrollo no te deja hacer en la semana, como documentar código o pruebas unitarias (seamos sinceros, casi nadie documenta mientras escribe código) o dale un respiro a tus neuronas el viernes en la tarde con una reunión social o simplemente dedicalo como tiempo libre a ese proyecto que podría ayudar al trabajo de tu equipo.
Usar el viernes para tareas que se alejen del código -documentación es mi sugerencia recurrente- ayuda a que te mantengas la versión estable durante el fin de semana y no hagas un desastres inconsciente en el ambiente de producción. Además, así refuerzas el ciclo de trabajo que posees con tu trabajo, ya que el dejar documentado partes esenciales de tu software y permites que nuevos desarrolladores puedan acercarse a tu código sin padecer las penas del infierno por no estar presente en el big-bang de tu idea.
Tengo una urgencia, ¡hay que hacer un commit!
Si se da el caso que hay que hacer un commit el viernes, debes estar consciente que debe ser por una falla catastrófica del sistema (error en un servidor, cambio crítico de un paquete o servicio externo, etc-). En dicho caso, lo primero es mantener la serenidad y calma para poder hacer el cambio: no es el fin del mundo hacer un cambio con presión, pero haz que sea lo más quirúrgico posible, ya que un cambio a gran escala impide que hagas las pruebas conscientemente y posiblemente el problema que podrías generar puede ser más grande del que estás solucionado, evitando que salgas a la hora.