La informática se ha tomado varios aspectos de la vida, uno de ellos es el cómo se desarrollan las reuniones de trabajo en equipos mucha demanda y pares que están en constante conversación. Es así como en las reuniones nos vemos invadidos por correos electrónicos, mensajes de textos por redes sociales (no, el SMS ha muerto), y miles de distractores que nos tiene esclavizados a las pantallas.
Es por esto que una de las recomendaciones que hago a todos mis contactos y conocidos es que acudan a las reuniones con un simple papel y lápiz para tomar apuntes. He descubierto lo siguiente en este proceso de dejar el móvil y volver al papel:
- Mi letra es horrible: debo admitir que hace varios años no tomaba un lápiz para escribir una palabra… pues bien, he vuelto a la agenda y lápiz con la convicción que debo mejorar mi letra.
- Te ayuda a concentrarte: sí, al no tener el móvil en las manos, ahora le tomarás más atención a la persona que tienes al frente. Ya no tendrás ese mensaje de WhatsApp de tu familiar esperando respuesta o ese correo de notificación que está ardiendo el mundo porque no estás en tu puesto.
- Ayuda a ordenarte: si tomas apuntes en forma desordenada, Dios se apiade de nosotros. El ser ordenado con los apuntes ayuda a que debas procesar ideas en dos canales: mientras el interlocutor te las indica y mientras la escribes. Si no queda claro, puedes volver a redactar la idea.
- Economizas tiempo al no escribir con el teclado: sí, trabajamos en áreas tecnológicas, pero aún así, escribir en un teclado es lento, y mucho más si estamos en alguna aplicación de gestión de tareas o de minutas de reuniones. Además, piensa en ese tecleo infinito para redactar una idea coherente en un documento -compartido o no- que se sumará a tu basura digital.
Sin duda, hay más beneficios y perjuicios de volver al papel (como los pobres árboles), pero creo que el desarrollo de software es una construcción realizada por personas, y en las reuniones hay que centrarse en las personas, no en el medio.