Lo perfecto es enemigo de lo terminado debe ser parte de los principios rectores de los informáticos -y casi cualquier actividad de creación humana- en el día de hoy, ya que nos encontramos cada día con productos más acabados y de mejor calidad, pero que en algún momento también partieron como pequeños desarrollos.

Como parte del desarrollo debemos tener en cuenta que vamos desarrollando soluciones en forma iterativa o incremental, las cuales nos deben ir induciendo a la respuesta correcta y concreta del requerimiento de un usuario. Buscar abordar el 100% de los requerimientos de los usuarios es un error, ya que hay varias funciones o funcionalidades que parecen, ya sea por el usuario o el desarrollador, como mejoras o cuyas necesidades son derivadas a partir de la creación de la funcionalidad.

Debido a que las ideas geniales salen de la nada, es mejor terminar una idea -la inicial- en lugar de iniciar 10 ideas nuevas que salen en el desarrollo, ya que sino no se termina nunca el requerimiento inicial y simplemente se sigue divagando en el hecho de añadir más funciones en lugar de terminar la primera, la que más importa.